Unas de las ventajas de este verano fueron las pocas prisas,
pasado las fiestas ya el diecinueve de agosto dando un paseo matutino. De los
castaños bajo por el huertos hacia la
erilla de los mismos. Me llama la atención
una calleja... ¿nueva? No. Es que la han limpiado dejándola despejada y con un
ancho suficiente para un coche los burros han cambiado. A pesar que dice el refrán
la curiosidad mató al gato examinado mis genes me doy cuenta que no va con los
gorrinos. Me subo por ella y una vez aquí recuerdos las albercas de Alonso y un álamo
que se lo va a comer la hiedra.... Me entretuve un poco disfrutando de los cuadros
naturales que dejamos pasar cada día desapercibidos
Se ha puesto de corbata para salir en la foto
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