viernes, 14 de noviembre de 2008
Coplillas del Mayo
En la noche del dos al tres de Mayo, los mozos, salían de ronda por el pueblo, en la ventana de la casa donde vivía la moza que le gustaba, se colocaba un mayo. El mayo es una rama de fresno, que el día anterior, traían los mozos de los valles cercanos. Al mismo tiempo, se le cantaba el mayo, (algunas de las estrofas que expongo a continuación)
Durante el día tres, se visitan las cruces de mayo, que las mozas han montado en una habitación de la casa.
A esta puerta hemos llegado
Cuatrocientos en pandilla
Si quieres que nos quedemos
Saca cuatrocientas sillas
Desde las eras aquí
He roto yo un par de suelas
Por ver si podía ser
Mi copilla la primera.
Esa es la primer mentira
Que has podido imaginar
Que he llegado yo el primero
Y no he querido cantar.
Buena será mi llegada
Por haber sido el primero
A quitarle la vergüenza
A todos mis compañeros.
Buena será mi llegada
Por haber sido el segundo
A quitarle la vergüenza
A todos menos a uno.
Buena será mi llegada
Por haber sido el tercero
Ramillete de manzana
Cortado en el mes de enero.
Buena será mi llegada
Buena será pero sin..
Ramillete de manzana
Cogollo de toronjil
Mayo florido y hermoso
Que a esta puerta me has traído
A cantar un lindo mayo
Señores licencia pido.
Esa licencia galán
Tú te la llevas consigo
Echa el mayo a quien tú quieras
No echándome a mí en olvido
Eso de echarte en olvido
Lo traigo por escusado
Que llevo en mi devoción
A la Virgen del Rosario.
Por donde principiare
A dibujar tu belleza
Principio por lo más alto
De tu pulida cabeza.
Esos tus cabellos rubios
Que te cuelgan por atrás
Ellos rubios y tú rubia
Ellos rubios y tú más.
Esos tus cabellos rubios
Que te cuelgan por la espalda
Pareces a Magdalena
Cuando por el mundo andaba.
Es tu frente plaza de armas
Guarnecida de cañones
Tus ojos son dos luceros
Que rinden los corazones.
Tus mejillas son dos rosas
Del color del carmesí
Tus pestañas centinelas
Que están guardando el jardín.
Tus cejas son dos cañones
De artillería rodada
Que están disparando tiros
Al peñón de Gibraltar.
Tu nariz es un cordón
Que sujeta mi albedrío
Como yo te amo a ti
Con alma, vida y sentido.
Tus labios son dos cortinas
Del color del carmesí
Entre cortina y cortina
Estoy esperando el si.
Estoy esperando el si
De tu boca peregrina.
Esos dientes de tu boca
Parecen de pernal fino
Ellos finos que lo son
Hermosos y cristalinos.
Esa lengua de tu boca
Es la que me va guiando
Y por ti mi bella dama
Vivo en el mundo penando.
En el cielo de tu boca
Tengo puesta mi esperanza
Aquel que del cielo espera
Tarde que mi mano alcanza.
En el hoyo de tu barba
Sepulcro donde se encierran
Dos corazones unidos
Más firmes que duras piedras.
Tu garganta cristalina
Que cuando vas a beber
El agua que te trasmina
Sin poderla contener
Los pendientes no me dejo
No los quisiera dejar
Que parecen dos rositas
Cuando cuelgan del rosal
Ese pañuelo de lino
Que tu hermoso cuello tapa
Merecía ser de nácar
Engarzado en oro fino
Tu cuerpo es un bello árbol
Del que salieron frondosas
Dos ramas y en cada una
Cinco azucenas hermosas
Es tu pecho un bello cofre
Tiene las llaves doradas
Y a un mozo de mi cuadrilla
Se las tienes entregadas
Tu cintura redelgada
Que ni junco de ribera
De todas las de tu calle
Tu sola pones bandera
Desde la cintura al muslo
No te puedo dibujar
Lo que mis ojos no han visto
Como lo van a pintar
Tus muslos son dos columnas
Todas de oro macizo
Que están sosteniendo el árbol
De todo el jardín florecido
Tus pantorrillas seguidas
Como barita de Juez
Me tienen a mi sujeto
Sin poderme remover
Tienes un pie tan pequeño
De hermosísima deidad
Que a tres puntos no ha llegado
Fue tanta tu corta edad
Los zapatos de esta niña
Merecían ser de plata
Con las hebillas de oro
Y yo rendido a sus plantas
De los pies a la cabeza
Eres un ramo de flores
Bendita sea la madre
Que por ti paso dolores
Mis compañeros me dicen
Que me despida yo solo
Más siento la despedida
Que la cornada de un toro
Mis compañeros me dicen
Que me despida y me vaya
Con dios con dios lirio
Con dios azucena en playa
Allá va mi despedida
Prendida con alfileres
Lo que te encargo serrana
Que no olvides a quien quieres
Allá va mi despedida
Para que no quedes quejosa
En los quicios de tu puerta
Dejo prendida una rosa
Allá va mi despedida
La que Cristo echo por alto
Gloria al Padre gloria el Hijo
Gloria al Espíritu Santo
Allá va mi despedida
La que echan los herradores
Con el martillo en la mano
Adiós ramito de flores
Allá va mi despedida
La que cristo echo en el soto
La que no tenga marido
Que se venga con nosotros
Allá va mi despedida
Y con esta pongo fin
Y en un suspiro te mando
Todo mi amor por ti
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